Se ha celebrado en La Pineda (Tarragona) el campeonato universitario de España los días del 11 al 14 de mayo. Participaron 150 personas de más de 20 universidades. La UCM nos pagaba tanto el transporte como el alojamiento.
El equipo de la complu era el formado por Almagro, Alcazar, Yo, Kostra y María. Otros que son importantes en la historia son Alarcos, Carlos Lozano y el Tarao.
Salimos el día 11 por la mañana, en el autobús vamos los del ajedrez y los del voley-playa de todas las unis de Madrid, las primeras dos horas consisten en aguantar las gracias de los segundos sobre nosotros (que si jaquemate , que si alfil-efe-cuatro, etc...). A la tercera hora de viaje deciden ponernos una película Made in Spain sobre niños con problemas, está bastante divertida y hace que los de voley dejen de hacer bromas.
Paramos a comer en la autopista, un centro de descanso. Dudamos si coger un bocata, un menú anticrisis o un menú convencional. Tras desechar el bocata, miramos los otros dos, descubrimos que por 1,75 euros pasamos de un bocata+patatas+bebida+postre pasamos a un primer y segundo plato en condiciones. Sin dudas ya, comemos bien. Al terminar de la comida Alcazar se sale a hablar por teléfono, a la hora de pagar al camarero se le escapa el menú de él. Le decimos a Jesús que le hemos pagado el menú y que el compre por la noche algo para beber. El resto del viaje lo matamos jugando una pocha (quedo primero-segundo).
Sobre las ocho de la tarde llegamos al hotel, bastante bueno, nos dan las habitaciones y están guays, dos camas de 135 , terraza con un pasillo que comunica con el resto de las primeras plantas. Salimos a comprar para la noche e investigamos sobre posibles sitios para salir...no hay ninguno. Hay que ir a otros pueblos más grandes.
La primera noche la pasamos primero en el hotel bebiendo, los guiris se hartan de nosotros (150 ajedrecistas con 100 guiris, muchos de ellos jubilados) y ya llaman a la seguridad para que haga algo. Tras varios avisos acabamos por irnos del hotel...nos quedamos en la puerta. Por el camino, unos zumbados amarraron algunos extintores y se dedicaron a agotarlos con los coches que había aparcados en las cercanías del hotel. Tras simular alguna pelea en la entrada del hotel y romper una botella (no nos acordamos) la mayoría se van a Salou, yo me voy a dormir.
El segundo día hay caras largas y de odio a la organización por poner la primera ronda a las diez de la mañana. Tanto Almagro como yo ganamos las dos matutinas, el resto de los complutenses es un desastre. Comemos. Unos intentan dormir, otros nos vamos a dar alguna vuelta por el hotel, buscamos la posibilidad de jugar al paddle o al tenis, imposible, la única opción es las pachangas del fútbol. El ajedrez nos quita hasta las 19.30 y para esa hora en adelante están las pistas cogidas. Por la tarde otras dos partidas , yo hago medio , Almagro vuelve a ganar las 2 (4 de 4!) y el resto ya empieza a mejorar sus resultados.
Recibo un mensaje: Mañana voy a veros. Me he quitao el jueves y me quedo a dormir. Preparad el higado...
Llega la noche, mucho más tranquila, amenazaron a los delegados de las universidades a echar a la gente del hotel si se les veía haciendo el cafre. Todo mucho más tranquilo, un par de copas y unas partiditas o juegos de cartas. A las dos a la cama.
A una hora incierta me despierto, es de noche y veo a dos personas en mi habitación (¿?). Tras abrir los ojos bien descubro que son Alcazar y otro, teníamos la costumbre de dejar abierta la puerta de la terraza abierta, menos mal que son amigos...
Entonces ya ven que estoy despierto pero siguen hablando bajito, en un momento dado Alcazar sigilosamente se sube a la cama, me pregunto qué demonios hace cuando le veo con un bote dentífrico en la mano (WTF), le echa un poco a kostra en el pelo porque no podía en la cara, se sale, Vallejo (el otro) repite la operación pero echa pasta de forma desmesurada y Kostra se despierta...entonces salen corriendo!!!! A fuera les pilla el vigilante, les dice que no pasa nada. Otro día vendrá.
Segundo día de torneo (tercero de la expedición). Hay mejores caras en el desayuno, se nota que estamos descansaditos, unas risas mientras llenamos los estómagos y a jugar! Yo pierdo una y gano la otra, Almagro gana la primera pero ya pincha en la otra. Los complutenses empiezan a adelantarme. Comida. Primera partida de la tarde termina, ya no me acuerdo de qué hice, salgo y me encuentro a El Tarao, ya ha llegado de Barcelona.
Nos reunimos todos fuera a falta de 15 minutos para empezar la siguiente, y en un gesto de confraternización invita a una ronda a todos los presentes, hay que ir enchufados a la partida, pero sólo una copa. Con dos ya se juega peor... yo pierdo, el resto ya no me importa. Me vuelvo a enfadar con el mundo y me deprimo, cuando vamos a analizar la última partida le digo a mi rival que le invita algo, me mira extrañado y me dice que no, gracias. Nos vamos a la sala de ánalisis, y cuando me termino la bebida, César dice que invita a una ronda a los presentes, los presentes aceptamos encantados.
En estas condiciones se me antoja jugar al fútbol , me pongo el bañador y voy con Alcazar, unas chicas muy majas de Cataluña y otros más que pasaban por allí. Formamos un equipo yo, las dos chicas y dos de los otros. Ganamos un partido pero perdemos el siguiente, no importa, volveremos a entrar. Entramos como el ave fenix, resurgimos de la nada, ganamos y nos quedamos hasta que ya la gente se va a arreglar para ver el partido Atletic-Barsa.
Nota del traductor: desde las 4 de la tarde que llegó el Tarao ha estado bebiendo incansablemente.
Nos arreglamos, cenamos y bajo a ver el partido a la cafetería del hotel. La primera parte la veo allí, (me he perdido lo mejor...)subo a mi habitación y me encuentro a ocho viendo ahí el partido.
Con suficientes mercancías como para abastecer a tres taraos oigo frases sueltas. Si ha estampado el móvil cuando se adelantó el Bilbao, que si un huevo...
Para explicar estas cosas hay que decir que el tarao es el presidente de un club de ajedrez de Madrid (que obviaremos), siente los colores de la Real Sociedad, y por tanto enemigo a muerte del Bilbao, además se ensaña con Raúl (defendido por César, otro de los que estaban allí). A esto hay que unir el estado etilíco que tenía ya.
Resulta ser que cuando metió gol el Bilbao se levantó de mala hostia y cogió su móvil y lo lanzó contra el televisor... Después cuando empató el Barsa en plena euforia le dijo al que tenía al lado (y no conocía de nada) "Te enseño un huevo?" El otro, lleno de incredulidad, debió decir "sí, claro, sí..." A nuestro amado Tarao únicamente le bastó oir la primera palabra de las tres.
Después del partido el Tarao decide jugar contra Vallejo, la equivalencia de fuerzas ajedrecísticas viene a ser la dada por uno que tiene 8000 puntos ATP y el otro 500 (Nadal tiene sobre 15000). Habíamos traído un tablero pegable muy mono que se podía enrollar, en el momento que pierde la dama Alvaro lo coge por el borde y lo levanta con furia, las piezas salen volando y desaparecen unas cuantas hasta la mañana siguiente.
Un rato después, el Tarao se entera de que a quién le enseñó el (mítico) huevo es el presidente de la federación madrileña, y no un delegado cualquiera como pensaba. Entonces el resto de la noche la pasa diciendo " Qué vergüenza! Le he enseñado un huevo al presidente de la FMA!"
Llega un personal del hotel (rumano) diciendo que estamos armando mucho jaleo, el jefe le ha dado permiso para hacer cualquier cosa, etc... Le decimos que vale y nos callamos 30 segundos. Al cabo de un rato vuelve a venir, que se nos oye desde la recepción , etc... Yo tengo que irme, cuando vuelvo me encuentro al tarao haciendose amigo de él, diciendo que ha estado en Rumanía, que si las tías allí , que si cual...bestial. Por poco no nos trajo hielos , que estaba prohibido suministrarnoslos por los destrozos de la primera noche.
El resto de la noche ya carece de interés, nos levantamos última partida. Unos ganamos, otros pierden, y conseguimos quedar sextos clasificados por universidades (Almagro 7, Alcazar 6 y yo 4,5 los que sumamos). La pregunta que siempre se crea es , ¿de cuántas? No lo sé. Entre 20 y 30.
La vuelta en el autobús durmiendo todos menos yo que no puedo, escucho música. Cuando se despiertan echamos una pocha... Llegamos a Metropolitano.
