Podemos estar cenando algo con cualquier tipo de conversación cuando uno dice su gran idea... Imagínate a Komljenovic en un monociclo en medio de la pista del circo dando tumbos y encima de él está Barría con su sonrisa emulando a un demonio.
Una vez dicho esta ocurrencia te pones a pensarlo y surge fácilmente, más de lo previsto. La imaginación es poderosa.
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